De pequeña, soñaba con tener una papelería en la que vender un montón de cosas bonitas. Yellow Old Workshop sería una de esas marcas que no podría fallar.
Desde San Francisco, nos llegarían sus maravillosos sellos para crear paisajes infinitos...
para viajar desde nuestro escritorio...
y unas tener las recetas más bonitas además de las más ricas.
Los diseños son fantásticos y, por si fuera poco, también diseñan tarjetas, juegos de correspondencia, láminas....
Todo lo hacen de manera totalmente artesanal, y además ayudan al medio ambiente utilizando tintas a base de agua y papel 100% reciclado. ¿Se puede pedir más?
Otro día seguiremos con mi tienda imaginaria... Tengo un gran stock ;)
Olga